Yo siempre quise tener un perrito, era mi mayor deseo. A la fecha no he podido lograr este objetivo, porque seamos conscientes, si vivimos en un piso, un perro necesita su espacio y tiempo para sus paseos, además de otros muchos cuidados y atenciones. Lo último se lo podemos ofrecer, pero por el momento los paseos no de manera regular.
De ahí que me decidiera por un gatito, y ya es el 3º que tengo en casa. Tigri es un animal excepcional, muy cariñoso y tranquilo. Su “mamá” soy yo, porque como sabeis, siempre hay un miembro en la familia que es su favorito. En cuanto ve que tengo algo más de tiempo (lo cual no es muy habitual), viene a mi lado para que le acaricie. Estos momentos son muy agradables, ya que me relajan enormemente.
Para los niños es muy cariñoso y se refleja en sus caras la enorme satisfacción por su mera presencia.
Aún así, creo que es fundamental estar seguros de querer compartir nuestras vidas con estos amigos, ya que además de tiempo requieren ciertos esfuerzos. Hemos de cuidarnos como se merecen y dedicarles un tiempo. No son objetos ni juguetes y suponen una gran responsabilidad. Si nos hacemos con uno, tener presente que será para siempre... y bajo ningún concepto debemos abandonarlo.
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